BCconsultora

Uno de los sectores más importantes en este país es el vitivinícola. Estas empresas se dedican a la fabricación de vino y sus derivados, como el mosto. En los distintos post y vídeos que veamos, abordaremos las casuísticas más importantes a tener en cuenta de cara a calcular el coste de producción en estas empresas.

Al margen de otras consideraciones, lo que marca el coste de producción en estas empresas son dos aspectos: la subactividad y los costes de calidad y no calidad. Ya sea en las distintas fases del proceso productivo o bien en términos de factores, la subactividad va a marcar el coste de producción. Así mismo, los costes de calidad y no calidad tienen su peso debido a la rotura de botellas que suele ser habitual en estas empresas.

Para empezar, definamos cuál es el proceso productivo habitual de estas empresas:

De estas fases, aquellas en las que la subactividad tiene afección son la fase de transformación y barricas, mientras que la fase de embotellado viene marcada por los costes de calidad y no calidad.

Entrando a trabajar con el tema de la subactividad, debemos tener en cuenta que existen distintos tipos:

• Subactividad estacional. Es la que se da debido al periodo de tiempo que las barricas están vacías.
• Subactividad explotación. Es la que se da debido a que no se aprovecha toda la capacidad que se dispone, o bien de las barricas o de la uva tratada.

La subactividad de explotación afectará no sólo a los costes fijos indirectos sino también al coste de la mano de obra en todas las fases donde se de la subactividad. La forma de cuantificar esta es aplicando el sistema de imputación racional de costes fijos, separando los costes variables, e imputando la parte de costes fijos que se corresponde con lo realmente trabajado.