IMPACTO DE LA SUBACTIVIDAD

Muchas veces nos preguntamos de qué manera nos puede afectar en la cuenta de resultados el hecho de no poder aprovechar al máximo la capacidad productiva que disponemos. Esta situación podrá revertirse o no, dependiendo de cuales sean las causas de tal situación, pero siempre resulta interesante conocer este dato.

Para calcular el impacto de la subactividad de una empresa, debemos usar el sistema de costes de imputación racional de costes fijos. Este sistema nos permite dividir la parte de los costes fijos que no se cubren porque no hacemos uso de toda nuestra capacidad productiva. En cuanto a los costes variables, ya están ligados por su propia naturaleza a la actividad realmente realizada.

Para poder calcular el impacto de la subactividad debemos de tener en cuenta los siguientes valores:

  • Costes fijos.
  • Actividad normal. Es la actividad en caso de trabajar a pleno rendimiento, descontando las paradas por revisiones técnicas y reparaciones.
  • Actividad real o actividad efectivamente trabajada.

Ahora imaginemos una empresa que tiene las siguientes fases en su proceso productivo y no productivo y la siguiente actividad normal y real:

  FASE 1  FASE 2  FASE 3  FASE 4  
COSTES FIJOS20.000,00 €15.000,00 €18.000,00 €19.000,00 € 
      
Actividad normal100.000,0075.000,0020.000,001.500,00 
Actividad real80.000,0060.000,0021.000,001.400,00 
      
Coef. Imp. Racional0,800,801,050,93 
      
C. FIJOS IMPUTABLES16.000,00 €12.000,00 €18.900,00 €17.733,33 € 
Subactividad4.000,00 €3.000,00 €–                                900,00 €1.266,67 €7.366,67 €

Calcular la subactividad es sencillo. Únicamente debemos dividir la actividad real entre la normal, o lo que es lo mismo, obtener el coeficiente de imputación racional o porcentaje de trabajo efectivamente realizado.

Una vez obtenido este porcentaje, debemos multiplicarlo por los costes fijos. Con ello obtendremos la parte de costes fijos imputables al coste de producción. Mientras que la diferencia entre los costes fijos totales y los imputados es la valoración económica de la subactividad.

A partir de aquí la empresa puede adoptar las medidas que considere oportunas de cara a aprovechar al máximo esa subactividad. Pudiendo, por ejemplo, asumir la fabricación de uno o varios productos de otra empresa. Es decir, convertirse en subcontratista de esta. Para ver si le interesa, lo que deberá hacer la empresa es comparar el margen bruto obtenido con la subcontratación con los costes de subactividad.

Para completar la información sobre el impacto en la subactividad, podemos comparar el coste del producto obtenido por el sistema de imputación racional de costes fijos y el sistema de costes completo. Para ello debemos sumar a los costes fijos unitarios los costes variables. Evidentemente, con el sistema de costes completo el coste de producción será mayor puesto que asume todos los costes fijos en los que se ha incurrido.

La diferencia entre ambos costes unitarios será el impacto económico por unidad de producto de la subactividad.

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